¿Que son los rayos X?
Los rayos X son un tipo de radiación llamada ondas electromagnéticas. Las imágenes de rayos X muestran el interior de su cuerpo en diferentes tonos de blanco y negro. Esto es debido a que diferentes tejidos absorben diferentes cantidades de radiación. El calcio en los huesos absorbe la mayoría de los rayos X, por lo que los huesos se ven blancos. La grasa y otros tejidos blandos absorben menos, y se ven de color gris. El aire absorbe la menor cantidad, por lo que los pulmones se ven negros.
El uso más común de los rayos X es para ver fracturas (huesos rotos), pero también se utilizan para otros usos. Por ejemplo, las radiografías de tórax pueden detectar neumonía. Las mamografías utilizan rayos X para detectar el cáncer de mama.
¿Cuán seguros son los rayos X?
Las reacciones adversas debidas a las dosis de radiación que se absorben como resultado de los estudios diagnósticos son infrecuentes. Por ejemplo, al hacerse una radiografía simple, como una placa de tórax, cráneo, abdomen, pelvis, brazos, hombros o rodillas, se absorbe una dosis de radiación bastante pequeña, mucho menor que la que se recibe cada año por exposición a fuentes naturales. Incluso si se trata de niveles de exposición a la radiación muy bajos no puede descartarse la posibilidad de que a esas dosis provoquen efectos carcinogénicos o genéticos. Aunque a la fecha no hay datos empíricos derivados de estudios en humanos que apunten a que esos efectos existan, conviene no desestimar la posibilidad teórica de que aparezcan.
» ¿En qué procedimientos suelen aplicarse dosis de radiación más altas?
Las tomografías computarizadas (TAC) y los procedimientos intervencionistas, como las angiografías y las coronariografías, se asocian con la administración de dosis de radiación más altas, aproximadamente 100 a 1000 veces mayores que las que se aplican en una radiografía de tórax.
» ¿Qué efectos podría tener la radiación sobre la salud?
La mayoría de los estudios diagnósticos no producen reacciones adversas. Sin embargo, en algunos casos los procedimientos en los que se administran dosis de radiación más altas, como las TAC o los procedimientos intervencionistas, y la exposición reiterada a la radiación puede dar lugar a efectos biológicos. Si se absorben dosis de radiación altas aumenta el riesgo de que se produzcan reacciones adversas: la relación es casi lineal. Entre las reacciones adversas se encuentran el enrojecimiento de la piel, la infecundidad, las cataratas y la caída del cabello. No hay registros de que la exposición a la radiación procedente de estudios diagnósticos y procedimientos intervencionistas haya provocado infecundidad o cataratas. Hay casos muy esporádicos en que los pacientes que se someten a procedimientos intervencionistas con fluoroscopia durante una hora o más podrían presentar lesiones cutáneas por radiación (eritema). Los pacientes que se hacen radiografías y estudios de medicina nuclear tienen un riesgo ligeramente mayor de presentar cáncer. El riesgo aumenta en función de la magnitud de las dosis de radiación y el número de procedimientos que se efectúen.
» ¿Qué cantidad de radiación es admisible que reciban los pacientes?
No hay límites establecidos para las dosis de radiación que pueden aplicarse a los pacientes. Por consiguiente, no hay una cantidad de radiación que se considere excesiva para los pacientes, siempre y cuando un médico determine que se justifica llevar a cabo el procedimiento. El médico sopesará los beneficios y los riesgos de cada intervención. Varias organizaciones internacionales han elaborado directrices y formulado recomendaciones basadas en datos científicos. Debe hacerse todo lo posible para disminuir las dosis de radiación a las que se expone a los pacientes. Las prácticas vigentes deben ajustarse al principio ALARA (lo más bajo que sea razonablemente posible). Los estudios que no se hagan con una finalidad médica son inadecuados, sin importar lo pequeña que sea la dosis de radiación que se aplique.
» ¿Cómo puede saberse si la instalación de rayos X es segura para realizar un procedimiento?
Los aparatos de rayos X deben recibir mantenimiento por parte de personal cualificado y se los debe someter a pruebas periódicas. La seguridad radiológica incluye la gestión de las dosis de radiación a las que se expone a los pacientes. Hay organizaciones y organismos que expiden acreditaciones a los establecimientos que cumplen determinados criterios relacionados con la seguridad radiológica.
» ¿Cómo puede saberse si a los pacientes se les administra la dosis de radiación que necesitan y no una dosis mayor?
Resulta útil observar los principios que figuran a continuación:
- Debe haber justificación para hacer todos los estudios. Deben sopesarse los beneficios y los riesgos de los estudios o los procedimientos que se prevé hacer, y debe pensarse en la posibilidad de utilizar otras técnicas en las que no se exponga a los pacientes a radiación. Este es el principio de justificación.
- Una vez justificado el estudio, este debe hacerse con la menor dosis de radiación posible. Ello conlleva obtener imágenes de calidad adecuada y mantener la exposición a la radiación en niveles tan bajos como sea razonablemente posible. Estos son los principios de optimización y ALARA.
- Las dosis de radiación pueden compararse con los niveles de referencia regionales, nacionales e internacionales que correspondan a las dosis de radiación aproximadas que se aplican al hacer distintos procedimientos médicos.
- Aunque debe evitarse la repetición innecesaria de estudios, en algunos casos es preciso hacerlo para controlar la evolución de los pacientes, especialmente en el caso de los tratamientos oncológicos.
» ¿Se puede evitar la repetición innecesaria de la toma de imágenes?
Puede evitarse que los estudios se repitan de manera innecesaria si se procura que los médicos puedan consultar los resultados de las radiografías tomadas anteriormente. Incluso si esto no es posible, es fundamental que se les comunique a los médicos la fecha en la que se hicieron los estudios anteriores. En algunos casos es imposible evitar que se hagan nuevos estudios, por ejemplo, podría ser necesario para comprobar la eficacia de un tratamiento.